Aunque el pelo no sufre demasiado daño, es su apariencia lo más evidente: mechones sin forma y cabellitos voladores por el frizz.
Esto se debe a que, cuando pones la cabeza sobre la almohada, la cutícula se aplasta en distintas direcciones; esto hace que se pierda el brillo natural y que parezca que NO te lo acabas de lavar la noche anterior.
Lo más recomendable es levantarse temprano y lavarse el pelo en la mañana. Pero es perfectamente que te dé flojera y prefieras hacerlo en la noche.
En ese caso, trata de darle tiempo a tu cabello para secarse antes de dormir o sécalo con una secadora que no lo maltrate, y aplica mousse, suero y un spray que dé brillo al día siguiente.
O siempre puedes amarrártelo en un chongo y SE ACABÓ.
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